En ocasiones, los padres estamos pendiente de nuestros hijos sólo cuando se comportan de manera inadecuada. Es muy posible que los niños se nieguen entonces a cumplir nuestras exigencias por que son los únicos momentos en el que consiguen llamar nuestra atención.
El pequeño como respuesta a nuestras exigencias, puede comenzar a comportarse aún peor, desobedeciendo y volviéndose un niño más caprichoso. A ninguna persona le gusta que lo amenacen (incluyendo a los niños), tampoco le gustan recibir órdenes estrictas.
Te puedo asegurar que el 99% de los padres contamos con algunas frases hechas a las que recurrimos para hablarle a nuestros hijos. “Cállate” “Tu si preguntas” “No llores”. Si eres de esos padres, deja de hacerlo de inmediato, y pide perdón a tus hijos.
Sabemos que ser madre o padre no es nada fácil, frecuentemente los padres usan estas palabras tratando de que sus hijos hagan caso o sean más obedientes, disciplinados y educados, pero se dan cuenta que no obtienen los resultados deseados y obtienen todo lo contrario.
Los psicólogos recomiendan a los padres usar algunas palabras para comunicarse con sus niños y les aseguran que si la aplican, a sus hijos se les hará más agradable responder a tus peticiones y la relación entre ambos mejorará muchísimo, haciendo que entenderse sea más fácil.
1- “Cuando hayas hecho todos tus deberes, podemos salir a jugar” en vez de decirle “te dije que te pongas a hacer tus deberes ahora mismo”. En vez de recurrir a las amenazas, acentúa la atención del niño en los momentos agradables que los esperan después que cumpla sus deberes.
2- Me preguntaste, te respondí” en vez de decirle “ya te dije que no” ¿Cuántas veces te lo tengo que volver a decir? Es normal en los niños insistir en algo. Por ejemplo si van al parque y quieres que le compres un helado, que lo deje jugar un poco más en la tablet (aunque ya se haya pasado su tiempo), ay que decirle “no” una vez, aunque llore, y se queje, tu siempre debes contestar con una voz tranquila: “me preguntaste y te respondí”. Al darle está respuesta, evitarás el llanto y las discusiones, también fortaleces tu autoridad.
3- ¿Qué ropa te vas a poner para ir a la iglesia? En vez de decirle !Ya te dije que te cambies”. Le preguntas como si el pequeño ya hubiera aceptado vestirse, lo único que debe hacer es elegir su ropa. Siempre dale opciones a tus hijos, por ejemplo para el desayuno, Qué fruta quieres hoy ¿Una banana o una manzana? Es un método que funciona en muchos casos.
4- “Ven vamos a resolver el problema” en vez de decirle “Cállate. no llores más! Pregúntale por que llora y háblale mientras se desahoga, si es un niño pequeño abrázalo, cárgalo y llévalo a un lugar donde estén a sola los dos. Hazle entender que estarás ahí hasta que se sienta más tranquilo.
Usar palabras correctas y disciplinar con amor incluye tener la calma, de lo contrario, todos, incluidos los padres y los niños entrarán en una lucha de poder. Los más pequeños recurren a todo tipo de rabieta y los más grandes se rehúsan a obedecer.