El reflujo es una afección que sucede cuando los contenidos estomacales se devuelven desde el estómago hasta el esófago. Esto provoca regurgitación en los bebés.
Es normal que algunos bebés pequeños presenten una pequeña cantidad de reflujo. Sin embargo, el reflujo continuo con vómito frecuente puede irritar el esófago y provocar irritabilidad en el bebé. El reflujo intenso que ocasiona pérdida de peso o problemas respiratorio no es normal.
¿Cuáles son las causas del reflujo?
Si tu pequeño padece reflujo, posiblemente es porque su esfínter esofágico (la válvula que conecta el esófago con el estómago) es débil o no está funcionando bien todavía. Esto hace que los alimentos y los jugos gástricos suban desde el estómago a su boca.
¿Cuáles son los síntomas?
- Llanto excesivo como si tuviera dolor.
- Vómito extremadamente fuerte.
- Negarse a comer.
- Tos, especialmente después de comer.
- Vómito excesivo durante las primeras semanas de vida; empeora después de comer.
- Pérdida de peso.
- Crecimiento lento.
¿Qué puedo hacer para mejorar la situación?
Su pediatra puede sugerir cambios simples para aliviar los síntomas, tales como:
La mejor solución es administrar al bebé un antiácido. Su pediatra puede indicarle el medicamento, esto es para reducir el ácido o incrementar el movimiento de los intestinos.
Colocar la cabeza del bebé más alta que su estómago cuando come.
Sacar los gases del bebé (hacerlo eructar) después de tomar 1 a 2 onzas de leche, o después de alimentarlo en cada lado si lo está amamantando.
Sostener al bebé erguido durante 20 a 30 minutos después de alimentarlo.
Elevar la cabecera de la cuna o moisés para que la gravedad ayude a prevenir el reflujo mientras duerme. Pero recuerde acortar al bebé siempre boca arriba, a menos que su pediatra sugiera lo contrario.
¿Cuándo llamar al pediatra?
- Si su bebé llora con mucha frecuencia.
- Está vomitando frecuentemente.
- Tiene problemas para respirar después de vomitar.
- Está bajando de peso o no está aumentando.
- Rechaza los alimentos (Tu bebé puede sentir dolor al comer, por eso puede rechazar los alimentos).
Algunos bebés son más propensos a sufrir reflujo, por ejemplo:
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- Los bebés prematuros que han nacido con peso inferior a la medida.
- Los bebés que no sueltan los gases con facilidad (los propensos a acumular gases).
- Suele suceder más en los niños que en las niñas.
- Antecedentes familiares de reflujo.