Para la seguridad de nuestros hijos y preservar la salud de sus pies es muy importante saber elegir los zapatos más adecuado para su edad. Un niño que gatea no necesita lo mismo zapatos que uno que empieza a dar sus primeros pasos.
A todos los padres nos gusta comprar zapatos para nuestro pequeñito, y es que se ven tan bonitos! pero así como la ropa los zapatos también dejan de servirle en muy poco tiempo. Y aunque no lo creas ¡tu pequeñito está creciendo muy rápido.
Al dejar de utilizar la ropa y los zapatos en tan poco tiempo, obviamente nuestro bolsillo se ve afectado, pero hoy te daremos algunos consejos que serán de mucha utilidad al momento de elegir los zapatos de tu pequeñito.
No le pongas zapatos a tu bebé recién nacido
#1- Calzar a un recién nacido, aunque resulte bonito puede ser perjudicial, ya que la estructura ósea de los niños tarda en consolidarse completamente. Así que si le pones calzado tan pequeñito, cuando aún no se ha desarrollado, estás perjudicando su óptimo desarrollo, lo mejor es esperar a que crezca un poquito, y mientras tanto ponerle medias (calcetines) hay muchos modelos bonitos que incluso parecen zapatos, también puedes elegir los zapatitos bordados a crotchet se ven hermoso!
#2- Recuerda que es un niño: Los padres queremos todo lo bonito y coqueto para nuestros hijos, pero al momento de comprar olvidamos que son niños y no pensamos en su seguridad y comodidad. No le compres zapatos para adultos en versiones miniaturas, como tacones o botas complicadas.
Es cierto, se ven lindos, pero no están diseñados para correr y jugar y justamente en eso es que un niño piensa. Tu hijo se puede lastimar un tobillo muy fácil con este tipo de calzado, así que mucho cuidado al momento de elegir. Elige zapatos cómodos para salir y jugar, y los zapatos más “fashion” para ocasiones especiales como bodas, fiestas y sesiones fotográficas.
#3- Error que cometen la mayoría de los padres: Siempre pensamos en comprar la talla del zapato un número o dos más grande de lo que realmente calza el niño, para que le dure más tiempo. Puede ser que al principio parezca una excelente idea, pero si no lo sabías un zapato muy grande puede lastimar los dedos y los tobillos del pequeño.
#4- Zapato apretado: si tu hijo no se queja, puede ser que aún le quede bien, ¿verdad? pues déjeme decirle que no! Un zapato muy ajustado afecta el crecimiento normal de los pies del pequeño, aumentando el riesgo de deformaciones y dolores en los huesos.
#5 Zapatos muy suaves o muy duros: Todo en exceso es malo. Muchas veces compramos zapatos “fuertes” pensando en proteger su pie, sin embargo, un material muy duro o muy suave puede molestar los músculos o causar dolores al caminar por mucho tiempo.