Para este tiempo es muy probable que todavía no sepas que estás embarazada, en la primera y segunda semana el óvulo fertilizado comienza a segmentarse para dar paso a la formación de la placenta y del embrión (el bebé).
El óvulo que ha sido fecundado tiene algunos nombre científicos los cuales van a ir cambiando dependiendo en la semana que se encuentre durante el periodo de implantación.
En la semana 1 y 2 el óvulo se llama cigoto, porque en las primeras 30 horas después de la concepción, comienza a dividirse. Ahora la célula se divide en dos, después en 4, luego en 8 y así sucesivamente hasta llegar a 16.
Cuando el óvulo llega a dividirse en 16 se llamará mórula (lo han nombrado así porque adquiere aspecto de mora).
La mórula formará un hueco en el centro, el cual se llena de líquido y se convierte en blastocito que, después que pasen de 6 a 8 días después de la fecundación, se establece en el útero. El área en donde se implante le dará los nutrientes que necesita para desarrollarse y al mismo tiempo rechazará lo que no necesita.
Cuando ya tienes 2 semanas de embarazo, tu bebé se llama embrión y es tan pequeñito que no mide más de un milímetro de diámetro. Para esta semana tiene una pequeña cabeza, y un tronco semejante a una “cola”.
Las primeras semanas son muy importante porque tu pequeñito comenzará a desarrollar sus órganos y el sistema nervioso. Primero se formarán las cavidades en dónde estarán los músculos, órganos y los dos pequeños huecos en dónde próximamente estarán sus ojitos.